Un estupendo domingo soleado de finales de mayo, buena compañía y unas horas de marcha por delante. El impresionante Cañón de Añisclo espera hoy y siempre desvelar su encanto a todos los montañeros, situado en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es uno de los valles que aun no había conocido, y eran muchas las ganas que tenía de hacer esta ruta. Más concretamente me hubiera gustado hacerla en dos etapas, subiendo por el Valle de Escuaín que tampoco conozco y volver por Añisclo, pero eso me supondría un par de días y desgraciadamente solo contaba con el domingo.
El camino comienza desde la Ermita de San Urbez, patrón del agua según indicaba un cartel junto a ella. Un bonito y alto puente de piedra sobre el río nos lleva a ella directamente desde el aparcamiento. Se trata al principio de un camino amplio sin dificultad que poco a poco se irá estrechando hasta convertirse en una buena senda bien trotada y sin dificultades. Discurre todo el tiempo junto al río Bellós que nace en la cabecera del Cañón, siguiendo todo el rato su margen izquierdo a medida que nos adentramos.
Rio Bellós al principio de la ruta
Al principio de la ruta junto a la ermita, un cartel nos indicará la dirección y el tiempo a las distintas zonas del cañón, Cumaz, Selva Plana, La Ripareta, Fuenblanca y Collado de Añisclo. Aunque solo recuerdo dos tiempos, Fuenblanca cinco horas y al collado siete horas. Dependiendo del ritmo se tardará algo menos supongo.
Desde el principio nos adentramos en un precioso bosque de hayas, altas y de enormes troncos grises, sus hojas verdes dan un toque mágico al lugar. Las ramas dificultan ver con claridad el río de aguas cristalinas que cae en numerosas cascadas a lo largo de todo su recorrido. A ratos iremos escuchando como los murmullos del río se convierten en poderosos bramidos en cada salto de agua para volver a susurrar poco después a medida que nos alejamos.
Al cabo de una hora aproximadamente llegaremos a un paraje conocido como Cumaz, donde podremos ver la cabecera de otro bonito y peligroso salto de agua.
Cumaz
Hacia abajo se esconde una peligrosa caída
Al pasar Cumaz la senda se ira volviendo cada vez más empinada, llegando a un repecho importante que nos llevará al cabo de otra hora aproximadamente a otra zona conocida como Selva Plana. El río queda abajo escondido entre los escarpes. Desde este alto podremos hacer alguna buena foto hacia atrás donde el cañón se abre.
Vista del Cañón desde Selva Plana
Salto de agua al otro lado del río
La senda vuelve a llanear otra vez para llevarnos ahora hacia La Ripareta, igualmente se encuentra a una hora aproximadamente. Se trata de un pequeño prado junto al río, a partir del cual se permite vivaquear en caso necesario, no acampar. Desde este punto empieza a verse el final del cañón y en esta época del año, las últimas nieves que le quedan en las cimas más cercanas.
Junto al río en La Ripareta
A partir de este punto la senda se vuelve algo más precaria, llegando a pasar por un par de puntos donde tendremos que hacer uso de manos y pies para pasar unos resaltes rocosos de poca importancia. El bosque ira perdiendo poco a poco su espesura y nos veremos rodeados del agua que mana de casi todas las rocas de las paredes del cañón.
El agua mana de todas partes atravesando la senda
Es frecuenta en esta fecha encontrar todas estas surgéncias de la roca
En otra hora aproximadamente el cañón se abre y llegaremos a la Fuenblanca. Un bonito paraje con el Collado de Añisclo al fondo y otro cañón lateral con una bonita cascada que nos llevará tras unas horas de marcha al refugio de Goriz. En esta zona de praderas podremos divisar alguna marmota y con un poco de suerte algún sarrio. La tranquilidad del lugar invitan a tumbarse un rato a disfrutar de las vistas, reponer fuerzas y a relajarse junto al río.
En la zona de la Fuenblanca
Por este otro cañón se accede a Goriz por el GR 11
Al fondo, el collado de Añisclo
Tipo de reocrrido: IDA Y VUELTA
Distancia: 19 km aprox. Desnivel: 1100 metros aprox
Duración: 8 horas
Dificultad: ALTA. Es una ruta larga con un desnivel constante desde el comienzo de la ruta. Aunque no hay dificultades técnicas, la distancia y el desnivel superior a 1000 metros hacen que la ruta sea algo dura. El tiempo se puede reducir dependiendo del ritmo de cada uno. Llegar a Fuenblanca me supuso 4 horas incluyendo paradas para fotografiar y beber. Conviene tener precaución en algunas zonas, ya que la senda va junto al río y en muchas ocasiones este se encuentra muchos metros más abajo, por lo que una caída podría resultar fatal.
No hay track GPS de esta ruta. La estrechez del barranco en algunos tramos hacia imposible captar buena señal, por lo que los datos no son representativos así que no la he subido.
