Debo de acabar esta historia antes de que acabe en el recuerdo, ha pasado ya mucho tiempo y lo he dejado pendiente, ya quedan lagunas en los días que pasé y algunas cosas sólo releyéndolas vuelvo a recordarlas.
Nuevamente bien temprano desayunamos en la cocina del albergue y salimos de camino hacia Palas del Rey antes del amanecer. Al poco de comenzar tuvimos un pequeño percance ya que mi prima no se encontraba bien y no podía caminar, así que hicimos una breve pausa para esperar a un taxi que la llevara hasta Palas del Rey. El resto continuamos hacia adelante a lo largo de otros 27 kilómetros de recorrido en otra bonita etapa cubierta de árboles y verde. Con una primera mitad de subida y una segunda de bajada. Tras las horas de marcha llegamos al albergue, completamente nuevo, muy cómodo, sólo un euro más caro que el municipal y este era muy grande y muy limpio. Casi no había gente alojada, así que no hubo colas para las duchas ni nada por el estilo.
Una gestión telefónica nos permitió sacar los billetes de tren para la vuelta a Zaragoza. Visita al supermercado para comprar algo de comer y el resto del día lo pasamos dormitando en la yerba de los jardines que había por allí.
Amanecer a la salida de Portomarín
Camino de Portomarín a Palas del Rey
Día 12: Palas del Rey - Arzua
La etapa de hoy se presenta muy dura, son 32 kilómetros de Camino así que salimos un poco más temprano de lo normal con los frontales encendidos. Recogemos a mi tía y a mi prima en un bar del pueblo donde paramos a desayunar ya que ellas se hospedaron en un hostal el día anterior, y tras unas tostadas y el café americano de rigor seguimos nuestra peregrinación hacia Santiago.
Esta es otra bonita etapa, vamos subiendo y bajando colinas atravesando grandes bosques de eucaliptos y helechos principalmente. Atravesamos Melide, famosa por su pulpo a la gallega, donde si hubieramos llegado a una hora más adecuada habríamos hecho la parada de rigor para tomarnos una ración de este plato típico gallego, pero a primera hora de la mañana no es lo mismo. A medida que despuntaba el sol la etapa se iba haciendo cada vez más dura, especialmente lo fueron los últimos 8 kilómetros donde el sol ya apretaba lo suyo, poco antes de llegar a Arzua encontramos un albergue muy bonito junto a un río, como no estábamos todos juntos porque cada uno llevaba su ritmo sólo hicimos una breve parada para quitarnos las botas y meter los pies un rato en el agua helada del río.
A las dos de la tarde hemos llegado a Arzua y de tanto calor y tan cansados que estábamos hemos parado en el primer albergue privado que hemos visto, Don Quijote, que por cierto estaba muy bien. Justo al lado hay un bar donde hacen platos combinados, y donde nos hemos dado el gusto de tomarnos el mejor plato combinado de huevos fritos con patatas y pimientos de padrón, sin duda los mejores que he probado, estos si que picaban.
Llegando a Melide
Preciosa estampa de camino a Arzua
El sol comienza a levantarse sobre los árboles
Día 13: Arzúa - O Pedrouzo
La penúltima etapa del Camino, también bonita. Al ser una etapa corta nos hemos dado el lujo de levantarnos más tarde y salir a las 7 de la mañana amaneciendo. Nada a destacar en esta etapa, ha sido un trayecto corto de unos 20 kilómetros. Hemos llegado pronto al albergue municipal, y ya había gente haciendo cola para entrar, como los albergues municipales no los abren hasta la una del medio día hemos tenido que esperar casi dos horas en la puerta bajo un sol de justicia. Además el albergue era bastante cutre, a mi no me ha gustado mucho. Por la tarde nos hemos dado una vuelta por el pueblo y hemos tomado algo por ahí pero no tiene mucho que ver.
Día 14: O Pedrouzo -Santiago de Compostela
La última etapa del Camino, la aventura llega a su fin. Es la etapa más corta, y también con diferencia la menos bonita de todas, nos acercamos al núcleo urbano y el paisaje pierde ese encanto natural. Al principio es una subida hasta llegar al Monte do Gozo, donde mucha gente pasa de largo de O Pedrouzo y continúa hasta aquí para hacer noche y tener la etapa más corta hacia Santiago. A mi la verdad es que me ha decepcionado bastante este punto, esperaba algo mas natural, aislado y resulta que es casi una zona residencial, además las vista de Santiago no es tan espectacular como me imaginaba y unos cipreses que han crecido tapan justo la zona de la catedral. Hay una escultura justo en el punto más alto del monte, aunque en mi opinión es bastante fea.
Escultura en el Monte do Gozo
Una vez bajas el monte te adentras ya en Santiago, el camino hacia la catedral es muy fácil de seguir y llegas sino recuerdo mal en una hora aproximadamente. El casco histórico de Santiago de Compostela es precioso, la verdad es que es muy bonito todo, me ha gustado mucho, mantiene el encanto de los siglos pasados y el ambiente que hay es muy turístico. La plaza del Obradoiro es impresionante, esta llena de gente de todas partes, peregrinos y turistas de todas las nacionalidades se encuentran allí. Ha sido increíble el haber llegado hasta allí, una experiencia muy bonita.
Tras la foto de rigor hemos ido a por la Compostela que está muy cerca de la catedral, no hemos tenido que esperar mucho para recogerla, y justo al lado hay un servicio para recoger billetes de tren así que no ha hecho falta ir luego a la estación. Para celebrarlo nos hemos dado el gustazo de comer allí también un pulpo a la gallega en un sitio típico, luego hemos ido buscando otro y al final nos hemos metido en uno del que no recuerdo el nombre en el que nos han tratado fatal y nos han metido una clavada enorme, 10 euros por una docena de almejas al ajillo (contadas, había 12), pimientos de padrón que no eran de Padrón (como los que compras en cualquier super), etc, etc, 40 euros y hemos pasado hambre y nos hemos sentido indignados, además el dueño del bar nos ha hablado de muy malas formas. Yo no soy de quejarme pero desde luego este sitio no lo recomendaría, lastima que no recuerde el nombre.
Por la tarde hemos asistido a la misa del peregrino, muy bonita por cierto, merece la pena verla, tanto para los que viajen por motivos religiosos como los que no. Al final te entra sentimiento de ver a toda la gente alli congregada. Y hemos pasado a pedir nuestros deseos al Santo.
Nos hemos hospedado en un albergue que se llama Acuario, lo gestiona una chica muy simpática, el albergues está muy bien de precio, muy limpio y es muy recomendable, cuando vuelva por Santiago me hospedare aquí de nuevo.
También cerca del albergue, en una plaza ancha, hay un mesón donde nos han tratado fenomenal, y hemos comido muy bien, nos hemos saciado de pulpo, de empanada gallega y lo hemos celebrado como es debido. La gente muy amable y el precio inmejorable. Repetiré cuando vuelva.
Iglesia de las Ánimas
Llegando a la Plaza del Obradoiro
Lo conseguí!!! Catedral de Santiago
Pulpo a la gallega en un mesón junto al albergue
De vuelta a casa, estación de tren de Santiago
Sin duda esta ha sido una experiencia que espero volver a repetir en el futuro y que le recomiendo a todo el mundo. El Camino de Santiago es para vivirlo, sólo o acompañado, el conocer gente, los lugares pintorescos, el adentrarte poco a poco en ti mismo olvidando todo lo mundano. Da igual desde donde lo hagas, seguro que obtendrás el mismo resultado.