Nuevamente vuelvo a calzarme las botas después de un tiempo de inactividad. Está vez había pensado en hacer una ruta fuera más llevadera, una pequeña tendinitis en la rodilla me obliga a relajarme y a dejar los grandes desniveles para más adelante.
Estaba dudando entre varias alternativas, pero al final, mirando la cartografía del los Valles de Echo y Ansó vi una ruta que me llevaría unas pocas horas y que no tendría gran dificultad. Hacía 20 años justos que no visitaba este valle, la última vez que fui recuerdo que tendría yo doce años y fui a la Selva de Oza, pasando por un tramo de carretera que pasa junto a La Boca del Infierno, sin duda alguna en aquel entonces me pareció muy pero que muy impresionante. Como no tenía demasiada prisa, salí con el coche sobre las 8:00 de la mañana en dirección al pueblo de Hecho, en la parte más occidental de la provincia de Huesca. Son algo menos de dos horas lo que hay desde Zaragoza hasta este pueblo, y unos 20 minutos lo que se tarda en llegar a la Selva de Oza. Continúo un poco más hacia adelante con el coche hasta llegar a una amplia explanada donde la pista ya se divide en dos. Es el momento de aparcar.
Vista desde la explanada del coche hacia la Selva de Oza
La idea era comenzar en este punto, donde encontramos el GR 11 y seguirlo hasta la cabaña de Aguas Tuertas. Es un trayecto de 9 km con poco desnivel, hay dos opciones de hacerlo, aunque ambas muy parecidas. Se puede tomar la pista forestal, que es bastante amplia y en buen estado y seguirla hasta la cabaña, es una pista transitada por vehículos puesto que el valle de Echo - Ansó que se extiende de Este a Oeste es bastante amplio y hay mucho ganado, es decir, está plagado de vacas y de caballos que pastan libres y a sus anchas. La otra opción que es la que tome yo, es la de coger el "Camino de Francia" según la cartografía, es exactamente lo mismo, discurre paralelo a la pista, algo más al norte pero es una senda que la verdad solo frecuenta el ganado. Me pareció buena idea seguir la senda porque da la oportunidad de ver algún dolmen (aunque muy deteriorados y pequeños). Después de una hora de marcha, decidí dejar la senda que serpenteaba demasiado y tenía que esquivar demasiados "residuos" del ganado, para seguir por la pista. Poco a poco el valle, aunque es muy bonito, no resulta espectacular, se va estrechando un poco, da la oportunidad de ver un salto de agua del río Aragón - Subordán. El ultimo kilómetro y medio es que tiene un desnivel algo más pronunciado, pero para nada costoso. Tras dos horas de marcha llegamos a la cabaña de Aguas Tuertas. En principio pensé que sería un refugio precario, pero en realidad es una cabaña chiquitina donde se puede resguardar un poco el ganado.
Aguas Tuertas
Aguas Tuertas es un valle totalmente llano que va de norte a sur. Los picos del fondo en la fotografía corresponden a la Sierra de Secús. Junto a la cabaña hay un pequeño dolmen del que se puede sacar una buena fotografía con el valle de fondo.
Debido al intenso calor que hacía y a que no hay sombra alguna donde guarecerse, emprendí enseguida el camino de regreso valle abajo para poder comer en alguna sombra de árbol junto al río. Un par de horas de bajada por el mismo sitio. Parada de rigor en una fuente que hay a mitad del camino junto a la pista, donde el agua fresca me supo a gloria. Y finalmente llegada a la explanada para devorar la comida y refescarme junto al río.
Valle de Echo - Ansó desde Aguas Tuertas
Tipo de recorrido: IDA Y VUELTA
Distancia: 18 km. Desnivel: 490 metros
Duración: 4 horas
Dificultad: BAJA. Es una ruta muy sencillita, sin demasiado aliciente, la distancia aunque parezca larga es muy llevadera porque el desnivel es muy poquito. Puede hacer con niños y si no se quiere andar mucho, se puede subir con el coche hasta la mitad del recorrido donde hay un parking que donde cogen hasta 35 coches, acortando la ruta a la mitad. Sin duda el valle debe de ganar mucho en invierno donde una raquetada merecerá la pena.
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