Ibon de Brazato

Una semana después de las primeras nieves de la temporada hago una escapada para intentar hacer una ruta invernal. Lo que en un principio era un ascenso al Pico Bacias (2760 m) se acabó convirtiendo en una raquetada hasta el Ibóin de Brazato. Con un factor tiempo mal calculado, sólo y con unos fuertes vientos... la prudencia venció a ese gusanillo me impulsaba a seguir adelante.

La ruta se inicia desde el Balneario de Panticosa, son las 9 de la mañana y unos agradables -6 grados me reciben cuando salgo del coche. Los días son cortos y si hubiera llegado antes habría tenido que ascender prácticamente de noche, la ruta normal, sin nieve dura aproximadamente entre 7 y 8 horas, si a eso añadimos que avanzamos sobre nieve... el tiempo para completarla se incrementa, ese fue el principal error que cometí.

El Ibon de Los Baños aparece completamente helado, un palmo de nieve cubre el balneario. Enseguida localizo las escaleras a la derecha que dan acceso al GR11, que por cierto, se encuentra totalmente oculto, y es gracias a una marca que pude ver y a las huellas de los montañeros que hubo el fin de semana que encuentro el camino.

Ibón de Los Baños completamente congelado

A medida que asciendo el sol despunta por el este iluminado los picos

Equipado con las raquetas de nieve, sigo la huella que otros han dejado, subiendo lentamente y parando para tomar fotografías y mirar el GPS para saber si voy más o menos bien. Llega un punto en el que las huellas van paralelas al invisible GR11, pero en una zona se desvían ascendiendo por una divisoria, imagino que para evitar el tramo del sendero que pasa junto a una ladera a sotavento y que se encuentra cargada de las primeras nieves.

Tras una hora los árboles comienzan a desaparecer

Divisoria. Abajo a la derecha seguiría el GR11.

Poco a poco el ascenso va siendo cada vez menos pronunciado, aun con las raquetas la nieve era tan fina que en ocasiones me hundía hasta las rodillas, y sin raquetas me llegaba hasta la cadera. Al final llego a un punto donde las huellas desaparecen casi por completo, parecen ascender por una placa de nieve hacia los Ibones Altos del Brazato, tras el ascenso por esa placa de nieve consigo llegar a ellos, aunque no puedo distinguirlos porque quedan cubiertos de nieve y sólo intuyo su posición. Dando vueltas, con un viento y un frío aterrador intento localizar el invisible sendero, las huellas se han perdido y mi principal objetivo (el Bacias) aparece frente a mi. Se ha hecho tarde, aun me llevaría dos horas más el llegar a el si todo va bien y encuentro el camino, y aun con esas se me haría de noche a la vuelta.

Zona por la que ascendí a los Ibones Altos del Brazato.

Ibón del Brazato, completamente helado.

Cuello del Brazato, sobre el intuyo que será el Pico de los Batanes, Bacias Oeste y a la derecha medio escondido, Bacias.

Tras orientarme con el GPS localizo el sendero, intento descenderlo por el lado del ibón, pero resulta imposible pues obliga a bajar por una impresionante placa cargada de nieve y no consideré que fuera una idea muy brillante, así que al final me toca volver sobre mis pasos, emocionado por haber llegado hasta aquí y decepcionado por no haber sido capaz de continuar. En algunas ocasiones una retirada a tiempo es una victoria, y sólo y con poca experiencia no habría tenido muchas posibilidades de éxito. Así que lo dejaré para más adelante.

Si no me equivoco, de izquierda a derecha: Argualas, Garmo Negro, Pondiellos y Arnales

Sierra de la Partacua al fondo

Volviendo sobre mis huellas

Tipo de recorrido: IDA Y VUELTA

Distancia: 11 km                               Desnivel: 878 metros

Duración: Entre 4 y 5 horas.

Dificultad : MEDIA. Se trata de una ruta corta y con un desnivel no demasiado elevado. Subir a los ibones lleva dos horas y media (según el cartel). Si se hace con nieve como ha sido el caso, resulta fácil desorientarse un poco sobre la mejor ruta a seguir. Para ascender al pico habría que sumar una hora y media más desde el ibón aproximadamente (según otras fuentes).