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martes, 23 de julio de 2013

Camino de Santiago. Días 3 y 4. Hospital de Orbigo - Murias de Rechivaldo - Rabanal del Camino

Día 3: Hospital de Orbigo - Murias de Rechivaldo
Un nuevo día por delante, a las seis de la mañana en pie como casi todo el mundo del albergue. Un café rápido y emprendemos la etapa en dirección a Astorga, aunque la idea es dormir en Murias de Rechivaldo, un pueblecito a unos 5 km pasado Astorga. El paisaje empieza a mejorar, esta etapa aunque cerca de la carretera nacional no va junto a ella, así que casi todo el trayecto es atravesando campos y pequeñas arboledas, y un par de pueblos sino recuerdo mal, en estos días de calor, la fruta que ofrecen las fruterías son un manjar, especialmente las cerezas de León, grandes, sabrosas y económicas. Una bolsa colgando en la mochila y toda la mañana disfrutando de las cerezas de la tierra y los albaricoques.

Un cielo espectacular saliendo de Hospital de Orbigo

Poco antes de llegar a Astorga, encontramos un punto donde descansar

El paisaje mejora, y estos campos sembrados merece la pena verlos

Creo que son 18 km los que hay entre Hospital y Astorga, así que sobre el medio día llegamos a la ciudad, cargada de historia. Dejamos las mochilas en el albergue municipal para poder andar sin ellas por la ciudad, curiosear, hacer fotos, tomar una cervecita fresca y ver el Palacio de Gaudí y la catedral de Astorga.
Después de este alto en el camino hemos comprado algo de comida en el supermercado y hemos seguido hacia Murias de Rechivaldo, unos cinco kilómetros por un camino junto a una carretera comarcal. El albergue municipal de Murias merece la pena, dispone de camas no de literas y dos baños, aunque no tiene cocina, el hospitalero, un alemán llamado Oliver muy simpático acogía a todos los peregrinos con los brazos abiertos. Había realizado el Camino siete veces, una de ellas saliendo desde Holanda, todo un reto sin duda. Compartimos la cena con el, queso curado de León y algo de embutido.
La etapa de hoy ha sido dura, supongo que por el calor y el sol, y por la etapa de ayer, hasta que el cuerpo se acostumbre a andar los kilómetros pesan, pero sólo al principio. Luego llega un punto en el que sólo quieres andar, sin importar a donde te lleven los pies. El día anterior me paso factura, ya que al llegar a Astorga me dio una tendinitis que me acompañó el resto del camino.

Palacio de Gaudí en Astorga

En una terraza de Astorga, la marca del sol en la frente

Día 4: Murias de Rechivaldo - Rabanal del Camino
El acostarse tan temprano hace que a las 5:30 de la mañana ya volvamos a estar en pie. Salimos sin desayunar treinta minutos después, aun oscuro, aunque no tanto como para que haga falta el frontal. Hacía bastante frío, así que el cortavientos puesto y andando para entrar en calor. Esta etapa es muy bonita, el camino discurre ahora todo el tiempo por el monte, aunque próximo a una carretera comarcal. La vegetación de la zona es preciosa, retama de los tintoreros con sus fuertes tonos amarillos, unos arbustos muy parecidos a los de lavanda, tomillo, romero y algunas encinas.

Camino de Murias de Rechivaldo a Rabanal del Camino

Poco a poco la vegetación se irá haciendo más densa hasta llegar a un punto en el que nos veremos rodeados de robles. Las montañas cada vez más próximas se ven cubiertas de nubes. 
Hemos hecho una pequeña parada en El Ganso, para tomar un café americano y una tostada. Siete kilómetros después llegamos al albergue de Rabanal del Camino. Hoy el tiempo no ha acompañado, hace mucho aire, frío y unas nubes amenazan tormenta. La parada en Rabanal ha sido necesaria por dos razones, una mi pie, ya que la inflamación se nota mucho y hoy tuve que caminar con dos anti inflamatorios fuertes y me dolía bastante. La segunda fue la lluvia, por delante queda la subida a Foncebadón, unos 400 metros de desnivel en cinco kilómetros, hacerlo con lluvia y niebla sería complicado. La etapa de hoy fue corta, apenas 16 kilómetros, pero un día des descanso viene bien, sobre todo para mi pie.



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